25 marzo 2007

Chávez, Bush, Lula y la guerra del etanol

La publicación digital venezolana, Analítica.com, nos ofrece hoy este interesante análisis, fresquecito:

Por:Alberto Garrido
En setiembre de 1990 George Bush (padre) presentó al Congreso un documento en el cual planteaba la creación de un Nuevo Orden Mundial bajo la hegemonía de Estados Unidos. Dick Cheney y Paul Wolfowitz recibieron la tarea de concretar la propuesta en un papel de trabajo. El 18 de febrero de 1992 Wolfowitz entregó a la Casa Blanca el documento “Recomendaciones para una Política de Defensa para los años fiscales 1994-1999”. Allí se establecen varios puntos que regirán, a partir del 11-S, la geopolítica de EEUU. Entre las reflexiones más importantes de Wolfowitz se pueden citar: a) evitar el surgimiento de un nuevo rival comparable a la antigua Unión Soviética; b) la estrategia de defensa debe ser preventiva, c) se debe combatir contra “cualquier poder hostil en capacidad de dominar una región cuyos recursos pudieran, si tomara el control de estos, convertirlo en una potencia global”, y, d) el papel de los organismos internacionales pasa a un segundo plano: “Estados Unidos debe ser capaz de actuar independientemente cuando no sea posible orquestar una acción colectiva”.
En 1997 nació el “Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense” (PNAC). Cheney y Wolfowitz sostuvieron la tesis de que Washington debía establecer el Nuevo Orden Mundial sobre la base del poder militar estadounidense. La defensa (apropiación) de los recursos estratégicos en cualquier lugar del mundo se unió inexorablemente con la doctrina de guerra preventiva. El 11 de setiembre de 2002 el círculo de las decisiones se cerró y George Bush (hijo) dio a conocer la “Estrategia Nacional de Seguridad”, fundamentado en el pensamiento de Cheney y Wolfowitz. Washington había sacado sus cuentas. Al ritmo de extracción y consumo actual Estados Unidos dispone de petróleo y gas para poco más de una década. La creciente demanda asiática (principalmente China, India y Japón) hizo encender la luz roja en cuanto a la medición de los tiempos. Con los principales centros petroleros del planeta en países de Oriente Medio y con Rusia mostrando la llave del gas de Europa, además de tener lleno el sótano con petróleo, era urgente ir directamente sobre las fuentes petroleras de naciones consideradas militarmente inferiores.
La ocupación de Irak permitió poner en marcha el proyecto del Nuevo Orden Mundial. Pero la victoria de Estados Unidos en la Guerra de Irak se transformó rápidamente en una caja de Pandora. Luego de que Bush declarara al mundo que sus Fuerza Armadas habían triunfado de manera fulminante contra el Ejército de Hussein, se inició una nueva confrontación, de naturaleza diametralmente distinta: la Guerra Asimétrica, una confrontación irregular, ilimitada, original, capaz de desorientar a los jefes militares de la primera potencia mundial. La guerra de 3 semanas dio paso a otra que lleva 4 años de cruentos, desiguales, inesperados y complejos enfrentamientos (culturales, inter e intrarreligiosos y de resistencia nacional y trasnacional) que le han impedido a Washington avanzar en la construcción del “Nuevo Medio Oriente” y asegurar la producción de petróleo de la región, tal como estaba previsto en los planes iniciales.
Del Petróleo al Etanol
Pero Washington demostró que podía ser flexible a la hora de cambiar estrategias. El 31 de marzo de 2005 el Consejo del Banco Mundial aprobó, por iniciativa del Presidente de Estados Unidos, la designación de Paul Wolfowitz como nuevo presidente del organismo. El nombramiento del conocido halcón llevaba un propósito bien definido por los estrategas neoconservadores. El 1º. de junio Wolfowitz tomó posesión de su nuevo cargo. El 15 de diciembre ya se encontraba en Brasil, en una visita que duraría varios días. Pese a que el combate a la pobreza y la defensa del medio ambiente fueron los argumentos esgrimidos ante la prensa mundial para justificar su viaje, el motivo central del viaje pronto quedó al descubierto. En un discurso pronunciado el 20 de diciembre en San Pablo, Wolfowitz destacó a Brasil como “líder mundial en energía limpia”. Con pleno conocimiento de causa, el ideólogo neoconservador dijo: “Hoy, 42% de la energía que usa Brasil proviene de fuentes renovables, en comparación con 6% en los países de la OCDE(…). Por otra parte, Brasil es el principal productor mundial de etanol, combustible obtenido de la caña de azúcar y utilizado en los medios de transporte (…). El programa de etanol le está ahorrando al país unos 180 mil barriles de gasolina al día, cuyo valor asciende a unos 4 mil millones de dólares al año. Eso significa que la atmósfera recibe 24 toneladas menos de CO2 cada año”.
Wolfowitz respalda la posibilidad de que África se transforme, junto con América Latina, en el otro continente ideal para producir etanol a partir de la caña de azúcar.
La estrategia de Washington para encontrar combustibles renovables alternativos a la gasolina estaba en marcha.
El Eje del Etanol Washington-Brasilia
En diciembre de 2006 se fundó en Miami la Comisión Interamericana de Etanol. La “Comisión” fue una iniciativa del Gobernador del Estado de La Florida, Jeb Bush, del ex Ministro de Agricultura de Brasil, Roberto Rodríguez y del Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno. Jeb Bush fue nombrado presidente de la “Comisión”, que agrupa a empresarios de varios países del continente, en su mayoría de Estados Unidos y Brasil.
La alianza Estados Unidos-Brasil quedó registrada oficialmente en la reunión. Por Brasil asistieron el Viceministro de Agricultura, el Presidente de EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias), el presidente de UNICA (Unión de Agroindustria de Caña de Azúcar en San Pablo), altos directivos de Petrobrás y empresarios del sector.
En sus palabras de apertura del evento, Bush recordó que le había propuesto a su hermano George triplicar para el 2015 el consumo de etanol en Estados Unidos. La posición de los Bush pasa por reconocer que es preferible abrir la importación del etanol antes que seguir dependiendo del petróleo de gobiernos díscolos, como los de Irán y Venezuela. George Bush pidió al Congreso que en el presupuesto del año fiscal 2008 se incluya una partida de 2 mil 700 millones de dólares para “investigación energética alterna” (etanol, biodiesel, baterías ion-litio y células de combustible de hidrógeno), que sería ampliada a 10 mil millones en los siguientes 5 años, con el fin de reducir el consumo de gasolina en Estaos Unidos en un 20 % para el año 2017.
Por su parte, el Presidente del BID, el colombiano Luis Moreno, informó que la institución que dirige destinaría 3 mil millones de dólares para impulsar el etanol en América del Sur y el Caribe. Moreno fue el artífice del trato preferencial para el etanol colombiano en Estados Unidos.
El lobby privado del etanol anunció que disponía de 100 mil millones de dólares para invertir en los próximos 5 años en el sector. El BID pidió un estudio al experto David Rothkop para analizar el asunto. En su informe se dice que son necesarios 200 mil millones de dólares para que el etanol pueda representar el 5% del consumo mundial de combustibles en el año 2020. Paul Wolfowitz no está sólo. La geopolítica del etanol, parte de la guerra de la energía, había nacido: la alianza Washington-Brasilia conduciría la nueva etapa de sustitución paulatina del petróleo (combustible no renovable) por el etanol y otros biocombustibles (caña de azúcar, maíz, soja, palma africana, etc.). Junto con el nuevo eje Washington-Brasil se mueve el eje Washington-Bogotá.
Bush-Lula-Uribe
Greg Manuel, Consejero para Asuntos Energéticos de la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, de acuerdo a una reseña de AFP, afirma que “Bush quiere lanzar las bases para un mercado hemisférico que garantice el suministro estable de biocombustibles con producción diversificada por toda la región. Para eso, Brasil y Estados Unidos deben formar sociedades, con participación de la iniciativa privada para instalar usinas de etanol en América Central (…). Además, es importante tener como fuente de suministro a todos nuestros amigos en el exterior, y esos amigos también sufren. No siempre tienen la petrodiplomacia a su favor. Es una enorme oportunidad”. Greg Manuel ha visitado Brasil 6 veces desde que ocupa el cargo de Consejero de Rice.
Brasil y Estados Unidos tienen el 70% de la producción de etanol del mundo. El etanol brasileño proviene del azúcar, y el estadounidense del maíz.
La tecnología de punta más desarrollada la posee Brasil. Los vehículos que más se venden en el mercado brasileño son los que poseen motores “Flex-fuel”, que permiten el uso de cualquier mezcla de alcohol hidratado y gasolina (0 y 100%). La empresa de aviación brasileña Embraer ya comenzó a utilizar el etanol en los motores de sus aeronaves. La Casa Blanca, convencida de que el proyecto original de controlar el mundo asegurando las fuentes petroleras luce alejado, optó por abrirse al pacto con Brasil y girar hacia la suplantación parcial de etanol por gasolina a mediano y largo plazo.
Durante 2006 en Estados Unidos se elaboraron 20 millones de metros cúbicos de etanol, mientras se importaron otros 3 millones. Pero representa solamente el 3% del consumo de combustibles. Para que Washington pueda enfrentar la “amenaza emergente” de la temida guerra petrolera (Irán-Venezuela) Brasil es imprescindible.
En el caso de Colombia, Uribe, al recibir a Bush, declaró a la prensa que Colombia (segundo productor de biocombustibles, después de Brasil), dispone de 6 millones de hectáreas para la siembra de caña de azúcar. Colombia espera tener 27 plantas produciendo etanol en el 2020, para lo cual invertirá mil 340 millones de dólares.
Se explica ahora la decisión del gobierno colombiano para disponer, junto con Estados Unidos, la friolera de 50 mil millones de dólares para la fase II del Plan Colombia-Andino. Las plantaciones para combustibles alternativos deben ser más eficientes que las polémicas e inútiles fumigaciones con glifosato que tratan de eliminar los sembradíos de coca. Ahora se les ofrecerá a los campesinos cultivos con mercados seguros para biocombustibles.
América Latina, la cenicienta imprescindible
Además de Brasil y Colombia, en América Latina son varios los países que producen o quieren producir etanol. En el diario El Mercurio de Chile (21-02-2007) se plantea que Latinoamérica es la “Arabia del Etanol” y se sugiere una alianza entre Brasil, Argentina y Chile, para generar el biocombustible. Juan Gear, presidente de la Asociación de Maíz Argentino, manifestó, con respecto a la participación de su país en el proyecto de los biocombustibles, que “potencialmente podríamos ser un gran protagonista, porque tenemos caña de azúcar y se puede incrementar la producción. Hay maíz -este año vamos a cosechar 22 millones de toneladas-, se puede aumentar el cultivo de sorgo y ni hablar de la soja”. En Uruguay el Ministro de Economía, Danilo Astori, le dijo a La Nación de Argentina que el tema del etanol es “importante para EEUU e importantísimo para Uruguay”. En Santo Domingo la empresa sueca Tall Oil y Etanol Dominicana disputan con familias terratenientes de ese país la posesión de tres ingenios azucareros para producir etanol. En Honduras el gobierno anunció que dispondría de 10 mil nuevas hectáreas para cultivar azúcar en los 7 ingenios azucareros del país para producir etanol. Guatemala y Perú son grandes cultivadores de caña de azúcar y se aprestan a entrar con fuerza en el mercado del etanol. Nicaragua dialoga con Brasil para entrar al club del etanol. México tiene ya problemas con su población porque parte de su producción de maíz ha sido derivada hacia el etanol estadounidense. Cuba y Venezuela firmaron un acuerdo para instalar 11 fábricas de etanol.
Jaque a la Geopolítica de Chávez
La geopolítica impulsada por Hugo Chávez se basó en dos principios. Por un lado, buscar la conformación de la Patria Grande de Bolívar, con una versión actualizada de la idea-fuerza del Libertador. Ya no sería únicamente Hispanoamérica, sino Latinoamérica (inclusión de Brasil) y el Caribe. Por otra parte, había que luchar para instalar un Nuevo Orden Mundial multipolar, capaz de frenar la intención unipolar de Estados Unidos. El arma por excelencia a utilizar sería el poder petrolero.
Chávez desarrolló, para el continente, el proyecto de Petroamérica, con sus variantes de Petrocaribe, Petroandina y Petrosur. Petrocaribe fue su primer logro, con el Acuerdo de Caracas como su garantía integradora. Petrosur fue una esperanza, con Brasil como bastión. Así nació la hipótesis del “Eje de Liberación Estratégica Caracas-Brasilia-Buenos Aires”. Pero la alianza estratégica Venezuela Bolivia, con la nacionalización y toma militar de las instalaciones de Petrobras -que abastece con gas boliviano el 54% de las necesidades brasileñas- hicieron que la mirada del alto poder brasileño girara hacia Bolivia y Venezuela. No fue casual el anuncio de que Brasil había creado una sección especial de inteligencia en Caracas. El eje estratégico del Sur estaba fracturado. Mientras tanto, Kirchner desarrolla una política de equilibrista entre aliados, basada más en los negocios que en la geopolítica.
En cuanto a Petro-Andina, la conformación del triángulo energético-revolucionario Venezuela-Bolivia-Ecuador choca con los intereses de Colombia, que desarrolla junto con Estados Unidos el Plan Colombia-Andino y es parte del Plan Puebla-Panamá. Perú, por su lado, firmó un acuerdo con el Comando Sur para que le patrulle sus costas.
Todo ese movimiento será afectado por la geopolítica del etanol, que cambiará, con la lluvia de dólares previstos para la inversión, los alineamientos continentales, desde el Sur hasta el Norte.
Sobre el proyecto multipolar se puede afirmar que el Nuevo Orden Mundial multipolar es un hecho consumado. Falta crear la institucionalidad que la respalde, que no puede ser la misma de la Guerra Fría. Chávez quiere que Venezuela tenga un papel estratégico. Solamente que ahora se ha formado un extraño triángulo, cuyo vértice es Washington, sus lados Brasilia y Bogotá y la base es de etanol.
El Ejército Trasnacional a la Carga
Miguel Altieri, profesor de la Universidad de California y Eric Holt Giménez, director ejecutivo de “Food First”, especialistas en inversiones e investigaciones energéticas, alertan en un papel de trabajo (“El poder de las finanzas y las malas ideas”) que se está adelantando “un fenómeno sin precedentes de alineamiento global corporativo” para financiar investigaciones sobre biotecnología y combustibles. Altieri y Holt Giménez afirman que ADM, Cargill y Bunge -trasnacionales del agronegocio-, Monsanto, Syngenta, Bayer y Dupont –alimentos, fármacos, genética-, British Petroleum, Total y Shell -petroleras- y Peugot, Citroen, Renault, Volkswagen y SAAB -automotrices- son algunas de las que han adoptado esa estrategia.
Vinod Khosla y Steve Case, dos conocidos inversionistas de Internet, dirigirán 2 mil millones de dólares hacia el negocio del etanol, en Brasil. George Soros y HBK Investments invertirán 700 millones de dólares en el sector. Mitsui & Co. Negocia con Petrobras compra de etanol para Japón.
La Guerra de las OPEP
La OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo) está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Angola, Venezuela, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Produce aproximadamente el 40% del crudo que se consume en el mundo. Pero dos de cada 3 barriles de petróleo que se comercializan internacionalmente son de la OPEP.
Rusia planteó la creación de una “OPEP del Gas” (9 de abril en Doha, en el marco del Foro de los Países Productores de Gas). Los países que participarían de la “OPEP del Gas” serían Rusia, Venezuela, Argelia, Qatar e Irán. Por otra parte, en América Latina Venezuela ha propuesto la fundación de Opegasur (Organización de Países Productores y Exportadores de Gas de América del Sur), con Bolivia y Argentina como socios.
Ante la posibilidad de que se forme un frente común entre algunos países de ambas OPEP (petróleo y gas) la Casa Blanca plantea la “OPEP del Etanol”, con base en Estados Unidos y América Latina y dirigida por Washington y Brasilia.
La guerra por el control de la energía es un hecho.
Etanol: La bomba de alcohol
En el estudio “El Mito de los Biocombustibles”, elaborado por Editan Pinto, Marluce Melo y María Luisa Mendonga, miembros, los dos primeros, de la Comisión Pastoral de la Tierra (Regional Nordeste) y analista de la Red Social de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, la tercera, se hacen graves afirmaciones relacionadas con el impacto que pueden causar los biocombustibles sobre el calentamiento global.
Pinto, Marluce y Mendonga citan a la profesora Wan-Ho, de la Universidad de Hon Kong. La docente asegura que “los biocombustibles están siendo considerados erróneamente como neutros en carbono. Se ignoran así los costos de las emisiones de CO2 y de energía de fertilizantes y pesticidas utilizados en las cosechas”. Los investigadores refieren también una conclusión del Gabinete Belga de Asuntos Científicos: “El biodiesel provoca más problemas de salud y ambientales porque crea una contaminación más pulverizada y libera más contaminantes que promueven la destrucción de la capa de ozono". Muchas otras discusiones sobre el desarrollo energético basado en recursos renovables consumirán cada vez más tinta en los periódicos y revistas especializadas en los próximos meses y años. Serán, entre otras, de carácter ético (alimentos para vehículos y no para seres humanos), geopolíticos y geoestratégicos (alianzas energético-políticas), de política interna y externa de los Estados (pobreza, hambre y energía), ecológicas (impacto sobre la geografía del planeta, especialmente sobre los ríos y los pulmones vegetales que aún quedan), climáticas (calentamiento global), etc.
Otros problemas habrán de surgir, en la medida en que la lucha por el control energético se vuelque sobre la ciencia y la tecnología. La supervivencia de la especie humana será siempre el centro de la verdadera discusión.

24 marzo 2007

América Latina en dos

Análisis del escritor mexicano Víctor Flores Olea, publicado hoy en www.poresto.net

Por: Víctor Flores Olea
Hace días, en seminario universitario, se discutió sobre el lugar de América Latina en el orden mundial. Su novedad consistió en que los participantes asumieron un enfoque confrontado pero no excluyente, sino complementario y necesario de conocer en cada una de sus dimensiones.
Algunos subrayaron no sólo el carácter de la dependencia latinoamericana de Estados Unidos, sino de un orden mundial en que, bajo la hegemonía de ese país, se ejerce la explotación y el control político. Análisis realista y cierto: lo mismo en materia de comercio que en el intercambio industrial y tecnológico, sobre los energéticos e hidrocarburos y en la biodiversidad. Con particular relevancia, por supuesto, en materia financiera, en que el dominio llegaría a rigores y abusos insospechados. La idea es que nuestra región figura como efectivo patio trasero de la potencia.
Se trata, naturalmente, de la vigencia exacerbada del imperialismo, probablemente recrudecido y más implacable que nunca, en estos tiempos de globalización neoliberal, que son apenas palabras de terciopelo tras las cuales se disimula una explotación ilimitada, con guante de hierro. La prueba más contundente se encontraría en los datos sobre nuestra transferencia de capitales hacia los países ricos, en que figuramos como tributarios netos de los mismos. Los caminos son muchos, el resultado el mismo, expoliador: desde el intercambio absolutamente desventajoso de materias primas por recursos tecnológicos y bienes industriales, o la devolución de esas mismas materias primas apenas transformadas, cuyo valor agregado pagamos a precio de oro, hasta el control de nuestros sistemas bancarios con un costo de servicios inimaginable en los países del Norte.
Una verdadera dominación de clase según se explicó en el seminario, un nuevo imperialismo globalizado que destruye nuestras relaciones sociales y cultura, y que ha entronizado la acumulación como único criterio del éxito.Acumulación en manos de los monopolios que se han encargado también de destruir los residuos que pudieran quedar del liberalismo clásico: mercado y competencia, hoy sólo slogans que disfrazan una realidad económica en manos de unos cuantos poderosos, concentración y centralización de la riqueza que deja fuera a las mayorías latinoamericanas, sistema que se ha convertido en verdadera fábrica de pobres y de exclusión despiadada. Así es, así ha sido en efecto la realidad de América Latina que no podemos eludir.
Ahora bien -la versión de la otra cara latinoamericana-, en los últimos diez o quince años nos encontraríamos ante un verdadero levantamiento continental que se propone corregir y encontrar nuevos rumbos a nuestras sociedades. Se trata de un rechazo radical al sometimiento que impone el imperialismo y que busca construir alternativas para nuestro desarrollo económico, social, político y cultural. Se trata de escapar a los dictados del Consenso de Washington. Y se trata del rechazo generalizado a la explotación y dominación del Norte, en que participan crecientes contingentes sociales en busca de alternativas políticas y sociales que los lleven a una genuina liberación.
Este fenómeno de "disidencia" respecto al orden mundial dominante sería más extendido en América Latina, y a veces más radical, que en otras regiones, y esto sin duda contribuye a la originalidad del continente hoy. Hablo de distintos grados de "radicalismo", pero con un denominador común: el rechazo crítico a un orden mundial, a una globalización que está en manos de las grandes corporaciones y que únicamente actúa conforme a sus intereses, implicando la marginación y la exclusión de los más pobres del continente, y una enorme concentración de riqueza en pocas manos.
Distintos niveles de radicalismo, en efecto, porque no es lo mismo la ruta al socialismo de Cuba o que propone Venezuela, a las transformaciones con base indígena que se postulan en Bolivia o Ecuador, o los movimientos sociales, populares o sindicalistas de Brasil, Argentina y Chile. Esto sin olvidar los países en que los movimientos transformadores y democráticos constituyen la más fuerte oposición a los gobiernos establecidos. Una izquierda amplia que ni de lejos se concentra en los partidos políticos formales. Se trata de movimientos y transformaciones en proceso que no se pueden encasillar como si estuvieran ya terminados. Se trata de la historia viva en movimiento, pero con algunos rasgos en común: su enérgico repudio al imperialismo en su nueva fase que se disimula bajo la forma de una globalización neoliberal. Y que tiene componentes económicos pero también sociales, políticos y culturales del más amplio significado y originalidad, en los que radica su valor universal.
Diría para terminar que la participación amplísima de los pueblos indios en estos procesos significan novedades en muchos planos, y la renovación de categorías políticas que han estado anquilosadas desde hace mucho tiempo. En el campo de la democracia el "mandar obedeciendo" abre perspectivas inusitadas a una democracia liberal que se ha coagulado como simple poder de las fuerzas económicas y políticas, y que ha dejado de ser "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
El principio de solidaridad resulta una novedad ética y cultural ante el egoísmo de la acumulación a toda costa.Estas dos caras son sin duda las de América Latina hoy, y nuestra historia, por un buen trecho, se definirá por el curso que cobre esta confrontación.

22 marzo 2007

Putin y la geopolítica de la nueva Guerra Fría

Por: F. William Engdahl, de Globalresearch. Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens.
Las palabras sin tapujos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a los participantes reunidos en la conferencia anual de seguridad Wehrkunde en Munich han desatado una tormenta de protestas con pretensiones de superioridad moral por parte de medios y políticos occidentales. Un visitante de otro planeta podría haber pensado que el presidente ruso había decidido abruptamente el lanzamiento de una provocativa política de confrontación con Occidente que recuerda la Guerra Fría entre 1943 y 1991.
Sin embargo, los detalles del suceder en la OTAN y las políticas militares de USA desde 1991 son cualquier cosa excepto un “nuevo dèjà vu,” para parafrasear al legendario catcher de los New York Yankees, Togi Berra.
Esta vez ya estamos metidos profundamente en una Nueva Guerra Fría, que literalmente amenaza el futuro de la vida en este planeta. La debacle en Iraq, o la perspectiva de un ataque preventivo nuclear de USA contra Irán son suficientemente espantosos. En comparación con lo que está en juego en la acumulación militar global de USA contra su más formidable rival global, Rusia, son amenazas que parecen relativamente pequeñas. Las políticas militares de USA desde el fin de la Unión Soviética y la emergencia de la República de Rusia en 1991 requieren un examen más cercano en este contexto. Sólo entonces tienen sentido las francas observaciones de Putin del 10 de febrero en la Conferencia de Seguridad de Munich.
Debido a las informaciones engañosas publicadas en los medios occidentales sobre la mayor parte de las observaciones de Putin, vale la pena leerlas en su integridad en inglés (Abra: www.securityconference.de para la traducción completa en inglés).
Putin habló en términos generales de la visión de Washington de un mundo ‘unipolar.’ con ‘un centro de autoridad, un centro de fuerza, un centro de toma de decisiones, y lo llamó un ‘mundo en el que hay un solo amo, un solo soberano. Y a fin de cuentas esto es pernicioso no sólo para todos los que están dentro de ese sistema, sino para el propio soberano, porque lo destruye desde su interior.’
Luego el presidente ruso llega al punto principal: ‘Hoy presenciamos un uso de la fuerza – fuerza militar – casi descontrolado en las relaciones internacionales, fuerza que está hundiendo al mundo en un abismo de conflictos permanentes. Como resultado, no tenemos suficiente fuerza para encontrar una solución exhaustiva para ninguno de esos conflictos. El encuentro de un arreglo político también se hace imposible.’
Putin continuó diciendo: “Vemos un desdeño cada vez mayor por los principios básicos del derecho internacional. Y las normas legales independientes llegan, en realidad, cada vez más cerca a un sistema legal de un solo Estado. Un Estado y, por cierto, ante todo USA, ha sobrepasado de muchas maneras sus fronteras nacionales. Esto se deja ver en las políticas económicas, políticas, culturales y educacionales que impone a otras naciones. Bueno, ¿a quién le gusta algo semejante? ¿Quién está contento con algo semejante?’
Estas palabras directas comenzaron a mencionar lo que preocupa al señor Putin en las políticas exterior y militar de USA desde el fin de la Guerra Fría hace unos 16 años. Pero más adelante en el texto explicita ante cuáles políticas militares reacciona. Es el sitio en el que su discurso vale una aclaración. Putin advierte contra el efecto desestabilizador de las ‘armas espaciales.’ – ‘es imposible avalar la aparición de armas de alta tecnología nuevas, de alta tecnología... una nueva área de confrontación, sobre todo en el espacio exterior. Las guerras estelares ya no son una fantasía – son una realidad... A juicio de Rusia, la militarización del espacio exterior podría tener consecuencias imprevisibles para la comunidad internacional, y provocar nada menos que el comienzo de una era [de carrera armamentista – f.w.e.] nuclear.’
Luego pasa a declarar: ‘Los planes para expandir ciertos elementos del sistema de defensa antimisiles a Europa no puede dejar de inquietarnos. ¿Quién necesita el próximo paso de lo que sería, en este caso, una inevitable carrera armamentista?’
¿A qué se refiere? Pocos saben que aunque afirma que lo hace para protegerse contra países como Corea del Norte, o tal vez algún día Irán, USA recientemente anunció que está construyendo masivas instalaciones de defensa contra misiles en Polonia y en la República Checa.
¿Polonia? ¿Defensa contra misiles? ¿De qué estamos hablando?
Defensa contra misiles y un primer ataque de USA
El 29 de enero el general de brigada de USA, Patrick J. O`Reilly, Director Adjunto de la Agencia de Defensa con Misiles del Pentágono, anunció planes de USA de desplegar elementos de defensa balística contra misiles en Europa en 2011, que según el Pentágono tienen el objetivo de proteger instalaciones USamericanas y de la OTAN contra amenazas enemigas provenientes de Oriente Próximo, no de Rusia. Después de las observaciones de Putin en Munich, el Departamento de Estado de USA publicó un comentario formal señalando que el gobierno de Bush se siente ‘intrigado por los repetidos comentarios cáusticos desde Moscú sobre el sistema previsto.’
Vaya... Más vale que envíen de vuelta el comunicado de prensa a la Oficina de Propaganda Engañosa del Pentágono para que lo reescriban. De alguna manera la amenaza de misiles de Irán para las instalaciones de la OTAN en Polonia no suena convincente. ¿Por qué no pedir al antiguo miembro de la OTAN, Turquía, si USA puede colocar su escudo contra misiles en ese país, mucho más cerca de Irán? ¿O tal vez Kuwait? ¿O Israel?
La política de USA desde 1999 ha exigido alguna forma de defensa activa contra misiles a pesar de la amenaza en la Guerra Fría por parte de los ICBM (misiles balísticos intercontinentales) soviéticos u otro lanzamiento de misiles. La Ley de Defensa Nacional de Misiles de 1999 (Ley Pública 106-38) así lo dice: “Es política de USA desplegar tan pronto como sea tecnológicamente posible un efectivo Sistema Nacional de Defensa de Misiles capaz de defender el territorio de USA contra un ataque limitado con misiles balísticos (sea accidental, no-autorizado o deliberado) con un financiamiento sujeto a la autorización anual de apropiaciones y la apropiación anual de fondos para la Defensa Nacional de Misiles.’ La defensa de misiles fue una de las obsesiones de Donald Rumsfeld como Secretario de Defensa.
¿Por qué ahora?
Lo que queda cada vez más claro, por lo menos en Moscú y en Beijing, es que Washington tiene una estrategia muchísimo más grandiosa tras sus acciones militares aparentemente irracionales y de un unilateralismo arbitrario.
Para el Pentágono y los círculos dominantes de la política de USA, no importa de qué partido político, la Guerra Fría con Rusia nunca terminó. Sólo continuó en una forma disimulada. Ha sido el caso con los presidentes G.H.W. Bush, William Clinton y con George W. Bush.
La defensa contra misiles sonó plausible cuando USA era vulnerable a un ataque por una pequeñísima banda de terroristas islámicos de gran dedicación capaces de apoderarse de un avión Boeing con cuchillas para cortar cartón. El único problema es que la defensa contra misiles no apunta a terroristas delincuentes como Al Qaeda de Bin Laden, o a Estados como Corea del Norte o Irán.
La amenaza de un ataque nuclear devastador en el territorio de USA por parte de estos últimos es inexistente. La Armada de USA y la flota de bombarderos de la Fuerza Aérea están actualmente en plena preparación para bombardear, incluso atacar con bombas nucleares, a Irán hasta devolverlo a la edad de piedra, sólo por sospechas de que estaría tratando de desarrollar una tecnología independiente de armas nucleares. Estados como Irán no tienen la capacidad necesaria que hacer que USA quede indefenso, sin arriesgar una múltiple aniquilación nuclear.
La defensa contra misiles apareció en los años ochenta cuando Ronald Reagan propuso el desarrollo de un sistema de satélites en el espacio y de bases de radar en todo el globo, de estaciones de escucha y misiles de intercepción, para controlar y derribar a misiles nucleares antes de que llegaran a su objetivo.
Recibió el mote de Guerras Estelares de sus críticos, pero el Pentágono ha gastado oficialmente más de 130.000 millones de dólares en un sistema semejante desde 1983. George W. Bush lo aumentó considerablemente a comienzos de 2001, a 11.000 millones de dólares al año, el doble del nivel durante los años de Clinton. Y han presupuestado otros 53.000 millones de dólares durante los cinco años siguientes.
La obsesión de Washington con la primacía nuclear
Lo que Washington no ha dicho, pero a lo que Putin aludió ahora en Munich, es que la defensa de misiles de USA no es para nada defensiva. Es ofensiva, y cómo.
La posibilidad de suministrar a un Estado poderoso, que tiene la maquinaria militar más aterradora del mundo, un escudo para que se proteja contra un ataque limitado, apunta directamente a Rusia, la única otra potencia nuclear que tenga aproximadamente la capacidad de lanzar un contraataque nuclear verosímil.
Si USA pudiera protegerse efectivamente contra una potencial reacción rusa a un primer ataque nuclear de USA, USA podría dictar simplemente a todo el mundo sus condiciones, no sólo a Rusia. Eso sería lo que los militares llaman Primacía Nuclear. Es el verdadero significado del poco usual discurso de Putin. No es paranoico. Es estrictamente realista.
Desde el fin de la Guerra Fría en 1989, ahora ha quedado en claro que el gobierno de USA no dejó ni por un instante la busca de la Primacía Nuclear. Para Washington y las elites de USA, la Guerra Fría nunca tuvo fin. Sólo se olvidaron de decírnoslo.
La busca del control global de los recursos de petróleo y energía, la busca del establecimiento de bases militares en toda Eurasia, su intento de modernizar y mejorar su flota submarina nuclear, su comando de bombarderos estratégicos B-52, todo tiene sentido sólo si es visto a través de la perspectiva de la inexorable búsqueda de la Primacía Nuclear de USA.
El gobierno Bush abrogó unilateralmente el Tratado ABM USA-Rusia en diciembre de 2001. Es una carrera para completar una red global de defensa contra misiles como clave para la primacía nuclear de USA. Incluso con un escudo primitivo contra misiles, USA podría atacar los silos de misiles rusos y las flotas submarinas sin temor a represalias efectivas, ya que los pocos misiles nucleares rusos restantes no estarían en condiciones de lanzar una reacción suficientemente convincente para disuadir contra un primer ataque de USA.
La capacidad de ambos lados durante la Guerra fría – el Pacto de Varsovia y la OTAN – de aniquilarse mutuamente los unos a los otros, condujo a un punto muerto nuclear apodado por los estrategas militares, MAD – [siglas en inglés de destrucción mutua asegurada]. Daba miedo, pero en un sentido extraño, era más estable que lo que tenemos en la actualidad, con una búsqueda unilateral de USA de la primacía nuclear. La perspectiva de una aniquilación nuclear mutua sin decisivas ventajas para ninguno de los lados, condujo a un mundo en el que una guerra nuclear había sido ‘impensable’.
Ahora, USA busca la posibilidad de una guerra nuclear ‘pensable.’ Es una locura total.
La primera nación con un escudo nuclear de misiles tendría de facto la ‘capacidad de primer ataque.’ Con razón, el teniente coronel Robert Bowman, director del programa de defensa de misiles de la Fuerza Aérea de USA, llamó reciente la defensa contra misiles, “el eslabón faltante para un primer ataque.’
Más alarmante es el hecho de que nadie aparte de un puñado de planificadores del Pentágono o de altos funcionarios de la inteligencia en Washington discute las implicaciones de la búsqueda por Washington de defensa contra misiles en Polonia, la República Checa o su impulso hacia la primacía nuclear.
Trae a la memoria “Reconstruyendo las Defensas de USA,” el informe de septiembre de 2000 del belicista Proyecto para un Nuevo Siglo USamericano, del que eran miembros Dick Cheney y Don Rumsfeld. En él declararon: “USA debe desarrollar y desplegar defensas de misiles globales para defender la patria USamericana y a los aliados de USA, y para suministrar una base segura para la proyección del poder de USA en todo el mundo.’
Antes de llegar a ser Secretario de Defensa de Bush en enero de 2001, Rumsfeld encabezó una Comisión Presidencial propugnando el desarrollo de la defensa contra misiles para USA.
Tan ansioso estaba el gobierno de Bush-Cheney de hacer progresar sus planes de defensa de misiles, que el presidente y el Secretario de Defensa ordenaron que se dejaran de lado los requerimientos operativos usuales esenciales para determinar si el altamente complejo sistema de sistemas era efectivo.
El programa de defensa de misiles de Rumsfeld encuentra una fuerte oposición dentro del comando militar. El 26 de marzo de 2004, no menos de 49 generales y almirantes de USA firmaron una Carta Abierta al presidente, llamando a que se postergara la defensa contra misiles.
Como señalaron: ‘La tecnología de USA, ya desplegada, puede identificar la fuente de un lanzamiento de un misil balístico. Es, por lo tanto, altamente improbable que algún Estado se atreva a atacar a USA o permita que un terrorista lo haga desde su territorio con un misil armado con un arma de destrucción masiva, arriesgando así la aniquilación por un devastador ataque de represalias de USA.’
Los 49 generales y almirantes, incluyendo al almirante William J. Crowe, ex presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas siguió exponiendo al presidente que: ‘Como usted ha dicho, señor presidente, nuestra principal prioridad es impedir que terroristas adquieran y empleen armas de destrucción masiva. Estamos de acuerdo. Por ello recomendamos, como el camino responsable desde el punto de vista militar, que usted postergue el despliegue operacional del caro y no-probado sistema GMD [siglas en inglés para Defensa con Misiles basada en Tierra) y transfiera los fondos con él asociados a programas acelerados para asegurar la multitud de instalaciones que contienen armas y materiales nucleares, y para proteger nuestros puertos y fronteras contra terroristas que puedan intentar el contrabando de armas de destrucción masiva a USA.’
Lo que no dijeron los experimentados veteranos militares fue que Rumsfeld, Cheney, Bush y compañía tenían una orden del día bastante diferente que amenazas terroristas de delincuentes. Buscaban el Dominio de Pleno Espectro, el Nuevo Orden Mundial, y la eliminación de una vez por todas de Rusia como rival potencial por el poder.
El apuro por desplegar un escudo de defensa contra misiles no apunta obviamente a Corea del Norte o a ataques terroristas. Apunta a Rusia y, mucho menos, a las capacidades nucleares mucho más pequeñas de China. Como los 49 generales y almirantes señalaran en su carta al presidente en 2004, USA ya tenía más que suficientes ojivas nucleares para atacar mil búnkeres o cuevas de un Estado delincuente potencial.
Kier Lieber y Daryl Press, dos analistas militares USamericanos, escribieron en marzo de 2006 en la influyente Foreign Affairs del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York: ‘Si la modernización nuclear de USA apuntara realmente a Estados delincuentes o terroristas, la fuerza nuclear del país no necesitaría las mil ojivas perforadoras del suelo adicionales que obtendrá del programa de modernización W-76. La fuerza nuclear actual y futura de USA, en otras palabras, parece diseñada a realizar un ataque desarmador preventivo contra Rusia o China.’
Refiriéndose a los agresivos nuevos planes de despliegue para la defensa de misiles, Lieber y Press agregan: ‘el tipo de defensas de misiles que USA podría plausiblemente desplegar sería valioso en primer lugar en un contexto ofensivo, no defensivo – como un complemento para una capacidad de Primer Ataque de USA, no como un escudo independiente. Si USA lanzara un ataque nuclear contra Rusia (o China), el país atacado se quedaría con un ínfimo arsenal sobreviviente – si queda alguno. En esa situación, incluso un sistema de defensa de misiles relativamente modesto o ineficiente podría perfectamente bastar para proteger contra todo ataque de represalias...’
Ésta es la verdadera orden del día del Gran Juego Eurasiático de Washington. Naturalmente, declarar algo semejante abiertamente haría correr el riesgo de revelar la estrategia de Washington antes de haber apretado irreversible el dogal alrededor del cuello metafórico de Moscú. Por lo tanto el Departamento de Estado y el Secretario de Defensa Gates tratan de hacer chistes sobre las recientes observaciones rusas, como si fueran desvaríos paranoicos de Putin.
Todo este programa USamericano de modernización de la defensa de misiles y del Primer Ataque nuclear es suficientemente espeluznante como idea en sí. Bajo el gobierno de Bush, se ha convertido en operacional y aerotransportado, recordando los días peligrosos de la Guerra Fría, en los que flotas de bombarderos B-52 con armas nucleares, y submarinos Trident con misiles nucleares en alerta permanente las veinticuatro horas del día, un guión de horror nuclear.
El Conplan 8022 del Pentágono: Ataque Global
La marcha hacia una posible catástrofe nuclear intencional o por cálculo erróneo, como consecuencia de la audaz nueva política de Washington, alcanzó una nueva gravedad significativa en junio de 2004, sólo semanas después de que 49 generales y almirantes tomaran el paso extremadamente atípico de escribir a su presidente.
En junio de ese año, el Secretario de Defensa, Rumsfeld, aprobó una orden de Alto Secreto para las Fuerzas Armadas de USA para que implementaran algo llamado Conplan 8022, ‘que provee al presidente una rápida capacidad de ataque global.’
El término, Conplan, es la abreviatura del Pentágono para Plan de Contingencia. ¿Para qué ‘contingencias’ se preparan los planificadores del Pentágono? ¿Un ataque preventivo convencional contra la minúscula Corea del Norte o incluso Irán? ¿O un ataque nuclear preventivo de intensidad total contra la última formidable potencia nuclear que no está bajo la dominación del Dominio de Espectro Pleno de USA – Rusia?
Las dos palabras, ‘ataque global,’ también son notables. Este Pentágono-speak para describir un ataque preventivo específico que, por primera vez desde los primeros días de la Guerra Fría, incluye una opción nuclear, contrariamente a la noción militar tradicional de USA de que las armas nucleares se utilizan sólo en la defensa para disuadir contra ataques.
Conplan 8022, como algunos han señalado, es diferente de planes de guerra tradicionales del Pentágono que han sido esencialmente reacciones defensivas ante una invasión o ataque.
En concierto con la agresiva Doctrina preventiva Bush de 2002, el nuevo Conplan 8022 de Bush es ofensivo. Podría ser desencadenado por la simple ‘percepción’ de una amenaza inminente, y realizado por orden presidencial, sin el Congreso.
En vista de los detalles sobre ‘percepciones’ falsas o falsificadas en el Pentágono y en la Oficina del vicepresidente sobre la amenaza de armas de destrucción masiva de Iraq en 2003, el nuevo Conplan 8022 sugiere que un presidente de USA podría ordenar el disparo de misiles contra toda y cualquier amenaza percibida o incluso contra una amenaza potencial, no probada.
Como reacción a la orden de junio de 2004 de Rumsfeld, el general Richard Myers, en aquel entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, firmó la orden para hacer operacional Conplan 8022. Bombarderos con capacidad nuclear seleccionados, misiles balísticos intercontinentales, submarinos nucleares con misiles balísticos (SSBN), y unidades de ‘guerra de información’ (sic) han sido desplegados contra objetivos no identificados de alto valor en países ‘adversarios.’
¿Era Irán un país adversario, aunque nunca había atacado a USA? ¿Lo era Corea del Norte aunque nunca en cinco décadas había lanzado un ataque directo contra Corea del Sur, para qué hablar de algún otro? ¿Es China un ‘adversario’ simplemente porque se está convirtiendo en demasiado influyente desde el punto de vista económico?
¿Es Rusia ahora un adversario porque se niega a abdicar y a aceptar ser convertida en lo que Brzezinski llama un Estado ‘vasallo’ del Imperio USamericano?
Como no ha habido ningún debate abierto dentro de USA sobre Conplan 8022, no ha habido virtualmente ninguna discusión sobre alguna de esas preguntas potencialmente cargadas de peligro nuclear.
Lo que estremece en la orden de Rumsfeld de junio de 2004 a un mundo que había esperado verdaderamente que los hongos nucleares se hubieran convertido en una amenaza del pasado es que Conplan contiene un importante componente de ataque nuclear.
Es verdad que la cantidad general de armas nucleares en el arsenal militar de USA ha estado disminuyendo desde el fin de la Guerra Fría. Pero no, parece, porque USA esté orientando al mundo a apartarse del borde de una guerra nuclear por error de cálculo.
La nueva expansión de la defensa de misiles a Polonia y a la República Checa se entiende mejor desde el ángulo de la remarcable expansión de la OTAN desde 1991. Como señalara Putin: ‘la OTAN ha puesto sus fuerzas de primera línea en nuestras fronteras... pienso que es obvio que la expansión de la OTAN no tiene ninguna relación con la modernización de la Alianza propiamente tal o con la garantía de la seguridad en Europa. Al contrario, representa una seria provocación que reduce el nivel de la confianza mutua. Y tenemos el derecho de preguntar: ¿contra quién proponen esta expansión? ¿Y que pasó con las garantías que nuestros socios occidentales dieron después de la disolución del Pacto de Varsovia?’
Bases de USA rodean a Rusia
Como señalara recientemente un experto estratega y militar ruso, Yevgeny Primakov, cercano asesor de Putin, la OTAN fue ‘fundada durante la era de la Guerra Fría como una organización regional para garantizar la seguridad de los aliados de USA en Europa.’ Agrega que: ‘Actualmente la OTAN actúa sobre la base de una filosofía y doctrina completamente diferentes, actuando fuera del continente europeo y realizando operaciones militares mucho más allá de sus fronteras. La OTAN... se expande rápidamente en contravención de acuerdos anteriores. La admisión de nuevos miembros a la OTAN está llevando a la expansión de bases que albergan sistemas militares de USA, defensas aéreas, así como componentes de defensa contra misiles balísticos.’
En la actualidad, los Estados miembro de la OTAN incluyen no sólo el núcleo de la Guerra Fría, en Europa Occidental, comandado por un USamericano. La OTAN incluye también a antiguos Estados del Pacto de Varsovia o de la Unión Soviética, como Polonia, Latvia, la República Checa, Estonia, Lituania, Rumana, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia, de la antigua Yugoslavia. Los candidatos a unirse incluyen a la República de Georgia, Croacia, Albania y Macedonia. El presidente de Ucrania, Victor Yushchenko, ha tratado agresivamente de llevar a Ucrania a la OTAN. Esto constituye un claro mensaje a Moscú, y no sorprende que no lo reciba con los brazos abiertos.
También han sido formadas nuevas estructuras de la OTAN y se han abolido otras antiguas. La Fuerza de Reacción de la OTAN (NRF, por sus siglas en ingles) fue lanzada en la Cumbre de Praga de 2002. En 2003, justo después de la caída de Bagdad, comenzó una importante reestructuración de los comandos militares de la OTAN. Fue abolido el Cuartel del Comandante Supremo Aliado, Atlántico. Un nuevo comando, Comando de Transformación de la Alianza (ACT, por sus siglas en inglés), fue establecido en Norfolk, Virginia. ACT es responsable de impulsar la ‘transformación’ en la OTAN.
Al llegar el año 2007 Washington había firmado un acuerdo con Japón para cooperar en el desarrollo de defensa de misiles. Estaba profundamente involucrado con Israel en el ensayo de un sistema de defensa de misiles. Ahora ha ampliado su Defensa de Misiles Europea a Polonia, país en el que el ministro de defensa es un amigo cercano y aliado de los halcones belicistas neoconservadores del Pentágono, y a la República Checa. La OTAN ha decidido colocar en la vía rápida el tema de las proposiciones de Ucrania y de la República de Georgia para la membresía en la OTAN. El Oriente Próximo, a pesar de la debacle en Iraq, está siendo militarizado con una red permanente de bases de USA desde Qatar a Iraq y más allá.
El 15 de febrero, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de USA aprobó un borrador de, un proyecto de nombre orwelliano, la Ley de Consolidación de la Libertad de la OTAN de 2007, reafirmando el respaldo de USA para la ampliación ulterior de la OTAN, incluyendo el apoyo para que Ucrania se una, junto con Georgia.
Desde el punto de vista ruso, la expansión hacia el este de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría ha constituido una ruptura evidente de un acuerdo entre el dirigente soviético de esos días, Mikhail Gorbachev y el presidente de USA George H.W. Bush, que incluía la unificación pacífica de Alemania. La política de expansión de la OTAN es vista como una continuación del intento de la Guerra Fría de rodear y aislar a Rusia.
¿Nuevas bases para proteger a la ‘democracia?
Una consecuencia de la política de Washington desde el bombardeo de Serbia en 1999 que ha pasado casi desapercibida, ha sido el establecimiento de una extraordinaria red de nuevas bases militares de USA, en partes del mundo donde parecen poco justificadas como una precaución defensiva de USA, considerando la amenaza y los inmensos gastos para el contribuyente, para no hablar de otros compromisos militares globales.
En junio de 1999, después del bombardeo de Yugoslavia, las fuerzas de USA comenzaron la construcción de Camp Bondsteel, en la frontera entre Kosovo y Macedonia. Fue la chaveta en lo que sería una nueva red global de bases de USA.
Bondsteel colocó el poder aéreo de USA dentro de una fácil distancia para ataques en Oriente Próximo y el Mar Caspio, ricos en petróleo, así como en Rusia. En la época, Camp Bondsteel era la mayor base militar de USA construida desde la Guerra de Vietnam, con casi 7.000 soldados. La base había sido construida por la mayor compañía de construcción militar de USA, KBR de Halliburton. El jefe de Halliburton en la época era Dick Cheney.
Antes del comienzo del bombardeo de la OTAN en Yugoslavia en 1999, el Washington Post señaló con toda naturalidad: ‘Con la creciente fragilidad en Oriente Próximo, necesitaremos bases y derechos de sobrevuelo en los Balcanes para proteger el petróleo del Mar Caspio.’
Camp Bondsteel fue la primera de una vasta cadena de bases de USA que fueron construidas durante esta década. Las fuerzas armadas de USA siguieron construyendo bases militares en Hungría, Bosnia, Albania y Macedonia, además de Camp Bondsteel en Kosovo, que entonces seguía siendo parte de Yugoslavia.
Una de las bases de USA más importantes y menos mencionadas estaba en Bulgaria, un antiguo satélite soviético y ahora nuevo miembro de la OTAN. En un conflicto – y en Pentágono-speak hay sólo ‘conflictos,’ ya no son guerras, que involucrara aspectos que requirieran que el Congreso las declarara oficialmente, los militares utilizarían Bezmer para ‘aumentar’ hombres y material hacia las líneas del frente. ¿Dónde? ¿En Rusia?
USA ha estado construyendo sus bases en Afganistán. Ha construido tres importantes bases de USA desde su ocupación de Afganistán en el invierno de 2001, en Bagram Air Field al norte de Kabul, el principal centro logístico militar de USA; Kandahar Air Field, en el sur de Afganistán y Shindand Air Field en la provincia occidental de Herat. Shindand, la mayor base de USA en Afganistán, fue construida a unos 100 kilómetros de la frontera con Irán.
Afganistán había sido históricamente el corazón del Gran Juego Británico-Ruso: la lucha por el control de Asia Central durante los siglos XIX y comienzos del XX. La estrategia británica era impedir a todo precio que Rusia controlara Afganistán y con ello obtuviera un puerto de agua caliente para su armada y amenazara la joya de la corona imperial británica: India.
Afganistán es visto también por los planificadores como de alta importancia estratégica. Es una plataforma desde la cual los militares de USA podrían amenazar directamente a Rusia y China así como a Irán y a otros del Oriente Próximo rico en petróleo. Poco ha cambiado al respecto en más de un siglo de guerras.
Afganistán es un sitio extremadamente vital, que está a horcajadas sobre Asia meridional, Asia Central y Oriente Próximo. Afganistán también se halla a lo largo de una ruta propuesta para un oleoducto desde los campos petrolíferos del Mar Caspio al Océano Índico, donde la compañía petrolera USamericana, Unocal, participó en negociaciones, junto con la Halliburton de Cheney y Enron, para obtener derechos exclusivos al gasoducto para llevar gas natural de Turkmenistán por Afganistán y Pakistán a la inmensa planta eléctrica de gas natural de Enron en Dabhol cerca de Mumbai.
Al mismo tiempo, el Pentágono llegó a un acuerdo con el gobierno de Kirguistán en Asia Central, para construir allí una base estratégicamente importante, Manas Air Base en el aeropuerto internacional de Bishkek. Manas no sólo está cerca de Afganistán; también está a una fácil distancia del petróleo y el gas del Mar Caspio, así como de las fronteras tanto de China como de Rusia.
Como parte del precio de su aceptación como aliado de USA en la Guerra contra el Terror en lugar de ser su enemigo, Washington impuso un acuerdo con el dictador militar de Pakistán, general Pervez Musharraf, que permite que el aeropuerto de Jacobabad, a unos 400 Km. al norte de Karachi, sea utilizado por la Fuerza Aérea de USA y por la OTAN ‘para apoyar su campaña en Afganistán.’ Otras dos bases de USA fueron construidas en Dalbandin y Pasni.
Todo esto es sólo una pequeña parte de la vasta red de bases militares controladas por USA que Washington ha estado construyendo globalmente desde el así llamado fin de la Guerra Fría.
Está quedando claro para gran parte del resto del mundo que Washington incluso podría estar instigando o provocando guerras o conflictos con naciones en todo el mundo, no sólo para controlar el petróleo, aunque el control estratégico del flujo global del petróleo ha estado al centro del Siglo USamericano desde los años veinte. Es el verdadero significado de lo que Vladimir Putin dijo en Munich. Dijo al mundo lo que éste no quería oír: “La nueva ropa del emperador” USamericano no existe. El emperador está vestido de la búsqueda desnuda del control militar global.
A comienzos de los años noventa, al terminar la Guerra Fría, el gobierno de Yeltsin había solicitado a Washington una serie de reducciones mutuas del tamaño del arsenal de armas y misiles nucleares de cada superpotencia. Los arsenales nucleares rusos estaban envejeciendo y Moscú veía poca necesidad de seguir armado hasta sus dientes nucleares una vez que la Guerra Fría había terminado.
Evidentemente Washington vio una oportunidad dorada para buscar la primacía nuclear, por primera vez desde los años cincuenta, cuando Rusia desarrolló por primera vez la capacidad de lanzamiento del Misil Balístico Intercontinental (ICBM) para su creciente arsenal de armas nucleares.
La primacía nuclear es una política agresiva ofensiva. Significa que una superpotencia, USA, tendría la posibilidad de lanzar un Primer Ataque nuclear total contra las instalaciones nucleares de Rusia y destruir suficientes objetivos en el primer golpe, con lo que Rusia se vería discapacitada para realizar alguna represalia efectiva.
Sin una amenaza verosímil de represalia, Rusia no tendría un disuasivo nuclear verosímil. Estaría a la merced del poder supremo. Nunca antes en la historia había parecido tan cercana la perspectiva de semejante poder supremo en las manos de una sola nación.
Esta acción sigilosa del Pentágono hacia la Primacía Nuclear ha sido realizada, hasta ahora, en el máximo secreto, disfrazada en una retórica de “Asociación por la Paz” entre USA y Rusia.
En lugar de aprovechar la oportunidad para retirarse del borde de la aniquilación nuclear después del fin de la Guerra Fría, Washington se ha orientado hacia la mejora de su arsenal nuclear, simultáneamente con la reducción de su cantidad.
Mientras el resto del mundo seguía en choque por los eventos del 11 de septiembre de 2001, el gobierno de Bush actuó unilateralmente para desgarrar sus anteriores obligaciones contractuales con Rusia de no construir una defensa contra misiles.
El 13 de diciembre de 2001, el presidente Bush anunció que el gobierno de USA abandonaba unilateralmente el Tratado contra Misiles Balísticos (ABM) con Rusia, y comprometió 8.000 millones de dólares del presupuesto para 2002 para construir un sistema Nacional de Defensa de Misiles. Lo hizo aprobar por el Congreso, presentándolo como una acción para proteger el territorio de USA contra ataques terroristas delincuentes, de Estados que incluían a Corea del Norte e Iraq.
El argumento delincuente era un fraude, una historia de fachada plausible diseñada para hacer pasar a hurtadillas el cambio de política sin debate, después del choque del 11 de septiembre.
La revocación del Tratado ABM fue poco comprendida fuera de los círculos militares cualificados. En realidad, representaba el paso más peligroso tomado por USA hacia la guerra nuclear desde los años cincuenta. Washington iba rápido hacia el objetivo de la superioridad nuclear total en todo el globo: la Primacía Nuclear.
Washington desmanteló sus altamente letales misiles MX en 2005. Pero eso engaña: Al mismo tiempo, mejoró significativamente sus restantes ICBM instalando las ojivas nucleares MX de alto rendimiento y vehículos de reingreso en sus ICBM Minuteman. El sistema de guía de los Minuteman ha sido mejorado para equiparar el de los desmantelados MX.
El Pentágono comenzó a reemplazar los misiles balísticos anticuados en sus submarinos por misiles Trident II D-5 mucho más precisos, con nuevas ojivas nucleares de mayor rendimiento.
La Armada transfirió más submarinos nucleares SSBN lanzadores de misiles balísticos al Pacífico para patrullar el punto ciego del radar de advertencia anticipada de Rusia así como para patrullar cerca de las costas de China. La Fuerza Aérea de USA completó el reacondicionamiento de sus bombarderos B-52 con misiles crucero con armas nucleares considerados invisibles para el radar de defensa aérea de Rusia. Una nueva electrónica de aviación aplicada a los bombarderos furtivos B-2 les dio la capacidad de volar a alturas extremadamente bajas evitando también la detección por radar.
Una vasta cantidad de armas acumuladas no es necesaria para la proyección del nuevo poder global. Tecnología poco publicitada ha permitido que USA despliegue una fuerza nuclear de ataque ‘más sobria y más maligna.’ Un ejemplo es el exitoso programa de la Armada de mejorar la espoleta de las ojivas nucleares W-76 que se usan en la mayoría de los misiles lanzados por los submarinos de USA, lo que posibilita que alcancen objetivos muy duros tales como los silos de ICBM.
Nadie ha presentado jamás evidencia verosímil de que Al Qaeda, Hamas, Hezbolá o alguna otra organización en la Lista Negra de Organizaciones Terroristas del Departamento de Estado posean misiles nucleares en silos subterráneos reforzados. Aparte de USA y tal vez Israel, sólo Rusia y en menor grado, China, los poseen en alguna cantidad.
En 1991, en el supuesto fin de la Guerra Fría, en un gesto para reducir el peligro de un error de cálculo nuclear estratégico, se ordenó a la Fuerza Aérea de USA que sacara a su flota de bombardeos nucleares de la condición de Alerta Inmediata. Después de 2004 esto también ha cambiado.
Una vez más, Conplan 8022 puso a los bombarderos de largo alcance B-52 y a otros bombarderos de la Fuerza Aérea de USA en la condición de ‘Alerta’. El comandante de la 8ª Fuerza Aérea declaró en la época, que sus bombarderos nucleares estaban ‘esencialmente en alerta para planificar y ejecutar Ataques Globales’ por cuenta del Comando Estratégico de USA o STRATCOM, basado en Omaha, Nebraska.
Conplan 8022 incluía no sólo armas nucleares de largo alcance y convencionales lanzadas desde USA, sino también bombas nucleares y otras desplegadas en Europa, Japón y otros sitios. Concedió a USA lo que el Pentágono llamó el Ataque Global, la capacidad de atacar cualquier punto de la tierra o del cielo con una fuerza devastadora, nuclear así como convencional. Desde la orden de preparación de Rumsfeld en junio de 2004, el Comando Estratégico de USA se ha vanagloriado de que está listo para ejecutar un ataque en cualquier sitio de la tierra ‘en medio día o menos,’ desde el momento en que el presidente diera la orden.
El 24 de enero de 2006, en el Financial Times de Londres, la embajadora de USA ante la OTAN, Victoria Nuland, ex asesora del vicepresidente Dick Cheney y esposa de un destacado halcón belicista neoconservador de Washington, declaró que USA quería una ‘fuerza militar globalmente desplegable’ que operaría por doquier – de África a Oriente Próximo y más allá.
Incluiría a Japón y Australia así como a las naciones de la OTAN, agregó Nuland. ‘Es un animal (sic) totalmente diferente cuyo rol en última instancia dependerá de los deseos y aventuras de USA.’ ¿Dependiente de los deseos y las aventuras de USA? Son palabras que difícilmente ayudan a calmar considerando el historial del antiguo jefe de Nuland en la falsificación de inteligencia para justificar guerras en Iraq y otros sitios.
Ahora bien, con el despliegue de una defensa de misiles aún más brutal, bajo Conplan 8022, USA tendría lo que los planificadores del Pentágono llamaron ‘dominación de escalada’ – la capacidad de ganar una guerra a cualquier nivel de violencia, incluyendo la guerra nuclear.
Como argumentaron algunas mentes más sobrias, si Rusia y China reaccionaran ante estas acciones de USA, incluso con un mínimo de medidas de autoprotección, los riesgos de una conflagración nuclear global por error de cálculo aumentarían a niveles que van mucho más allá de cualesquiera que hayan sido vistos incluso durante la Crisis de Misiles en Cuba o en los días peligrosos de la Guerra Fría.
La pesadilla de Mackinder
En unos pocos años, Washington se las ha arreglado para crear la pesadilla del padre británico de la geopolítica, Sir Halford Mackinder, el guión horripilante temido por Zbigniew Brzezinski, Henry Kissinger y otros veteranos de la política exterior de la Guerra Fría de USA que estudiaron y comprendieron el cálculo del poder de Mackinder.
La zona central y la masa continental de Eurasia, ricas en recursos y población, están creando vínculos económicos y militares mutuos por primera vez en la historia, un impulso que surge del papel cada vez más agresivo de Washington en el mundo.
El impulsor de esta cooperación geopolítica europea emergente es obvio. China, con la mayor población del mundo y una economía que expande a más de un 10% por año, necesita urgentemente socios seguros que puedan garantizar su seguridad energética. Rusia, un Goliat energético, necesita mercados comerciales seguros independientes del control de Washington para desarrollar y reconstruir su economía debilitada. Esas necesidades complementarias forman la semilla cristalina de lo que Washington y los estrategas de USA definen como una nueva Guerra Fría, esta vez por la energía, sobre todo por el petróleo y el gas natural. El poderío militar es esta vez la divisa, igual que en la anterior Guerra Fría.
Al llegar el año 2006 Moscú y Beijing habían decidido claramente la mejora de su cooperación con sus vecinos euroasiáticos. Ambos acordaron que convertirían una moribunda organización inarticulada que habían fundado conjuntamente en 2001, después de la crisis asiática de 1009, la Organización de Cooperación de Shangai o SCO. La SCO tenía miembros muy importantes, desde el punto de vista geopolítico. La SCO incluía a Kazajstán rico en petróleo, a Uzbekistán, Kirguistán y Tajikistán así como a China y Rusia. En 2006 Beijing y Moscú comenzaron a ver a la SCO como un contrapeso naciente ante una política del poder USamericana cada vez más arbitraria. La organización discutió proyectos de cooperación energética e incluso la defensa militar mutua.
Las presiones de una política exterior USamericana cada vez más desesperada están imponiendo una improbable ‘coalición de los no dispuestos’ en toda Eurasia. Los potenciales de una tal cooperación euroasiática entre China, Kazajstán e Irán son bastante reales y obvios. El eslabón faltante, sin embargo, es la seguridad que la haría invulnerable, o casi, a la bravuconería de Washington y la OTAN. Sólo un poder sobre la tierra tiene la base nuclear y militar y el know-how para asegurarla – la Rusia de Vladimir Putin.
El oso ruso afila sus dientes nucleares...
No puede sorprender que el gobierno ruso reaccione cuando las tropas de la OTAN se aproximan sigilosamente a las fronteras rusas desde todos lados, los B-52 nucleares de USA y los submarinos SSBN son desplegados a sitios estratégicos en el perímetro de Rusia, Washington extiende su nuevo escudo de misiles de Groenlandia al Reino Unido, a Australia, Japón y ahora incluso a Polonia y la República Checa.
Los planificadores de Washington pueden haber supuesto que porque el otrora poderoso Ejército Rojo era una carcasa de su antigua gloria, el estado de preparación de las fuerzas armadas rusas desde el fin de la Guerra Fría era ridículo.
Pero Rusia nunca abandonó su principal triunfo – su fuerza estratégica nuclear.
Durante todo el caos económico de los años de Yeltsin, Rusia nunca dejó de producir tecnología militar de punta.
En mayo de 2003, unos meses después de que George Bush desgarrara unilateralmente el Tratado bilateral de Defensa Antimisiles con Moscú, invadiera Afganistán y bombardeara Bagdad hasta subyugarla, el presidente de Rusia presentó a la nación rusa un nuevo mensaje en su discurso anual sobre el Estado de la Unión.
Putin habló por primera vez en público de la necesidad de modernizar el disuasivo nuclear de Rusia creando nuevos tipos de armas, ‘que garantizarán a largo plazo la capacidad de defensa de Rusia y sus aliados.’
Como respuesta a la abrogación por el gobierno de Bush del Tratado ABM, y con su Start II, era previsible que Rusia dejara de retirar y destruir sus misiles SS-18 MIRVed. Start II había prevista la eliminación total de misiles de ojivas múltiples o MIRVed, por ambas partes para 2007.
En esa ocasión Rusia comenzó a reconfigurar sus misiles SS-18 MIRV a fin de extender su vida útil hasta 2016. Los misiles SS-18 con carga completa tenían un alcance de 11.000 kilómetros. Además, cambió de frente los misiles nucleares móviles basados en rieles SS-24 M1.
En su presupuesto 2003, el gobierno convirtió en una ‘prioridad’ el financiamiento de sus misiles de una sola ojiva SS-27 o Topol-M. Y el ministerio de defensa reanudó los lanzamientos de prueba de SS-27 y Topol-M.
En diciembre de 2006, Putin dijo a periodistas rusos que el despliegue del sistema móvil ruso Topol-M de misiles balísticos intercontinentales era crucial para la seguridad nacional de Rusia. Sin nombrar la obvia amenaza USamericana, declaró: ‘El mantenimiento de un equilibrio estratégico significará que nuestras fuerzas de disuasivo estratégico podrán garantizar la neutralización de cualquier agresor potencial, no importa qué sistemas modernos de armas posea.’
No cabía duda sobre en quién estaba pensando, y no se trataba de los habitantes de las cavernas de Al Qaeda en Tora Bora.
El ministro ruso de defensa, Sergei Ivanov, anunció al mismo tiempo que los militares desplegarían otros 69 sistemas de misiles Topol-M basados en silos y móviles durante la década siguiente. Justo después de su discurso de Munich, Putin anunció que había nombrado a su antiguo amigo del KGB/FSB, Ivanov, como su primer vice-primer ministro supervisando toda la industria militar.
El ministerio ruso de defensa informó que a partir de enero de 2006, Rusia poseía 927 vehículos de lanzamiento nuclear y 4.249 ojivas nucleares en comparación con 1.255 y 5.966 respectivamente de USA. No existen otras dos potencias sobre la faz de la tierra que lleguen siquiera a aproximarse a esas masivas capacidades de sobrecapacidad de exterminación. Fue el motivo, en última instancia, por el que toda la política exterior de USA, militar y económica, desde el fin de la Guerra Fría había tenido como objetivo final la total deconstrucción de Rusia como un Estado en funcionamiento.
En abril de 2006, los militares rusos probaron el misil K65M-R, un nuevo misil diseñado para penetrar los sistemas de defensa contra misiles de USA. Formaba parte del ensayo y despliegue de una ojiva uniforme tanto para misiles basados en tierra como en el mar. El nuevo misil era hipersónico y capaz de cambiar la ruta de vuelo.
Cuatro meses antes, Rusia ensayó con éxito su Bulava ICBM, una versión naval del Topol-M. Fue lanzado desde uno de sus submarinos de misiles balísticos de la clase Typhoon en el Mar Blanco, viajando 1.600 kilómetros antes de alcanzar con éxito un objetivo simulado en la Península Kamchatka. Los misiles Bulava han de ser instalados en submarinos nucleares rusos de la clase Borey a partir de 2008.
Durante una inspección personal del primer regimiento de misiles balísticos intercontinentales móviles rusos Topol-M en diciembre de 2006, Putin dijo a reporteros que el despliegue de ICBM móviles Topol-M es crucial para la seguridad nacional de Rusia, declarando: ‘Éste es un paso significativo hacia la mejora de nuestras capacidades de defensa.’
‘El mantenimiento de un equilibrio estratégico,’ continuó, ‘significará que nuestras fuerzas de disuasión estratégica podrán garantizar la neutralización de cualquier agresor potencial, no importa qué sistemas modernos de armas posea.’
Obviamente Putin no pensaba en Francia cuando se refirió al anónimo ‘agresor.’ El presidente Putin había presentado personalmente al presidente francés, Chirac, una visita de una de las instalaciones de misiles de Rusia durante ese mes de enero, en la que Putin explicó los últimos adelantos en misiles rusos. ‘Sabe de lo que estoy hablando,’ dijo Putin a los reporteros posteriormente, refiriéndose a la comprensión de Chirac de la importancia del arma.
Putin tampoco pensaba en Corea del Norte, China, Pakistán o India, ni en Gran Bretaña con su anticuada capacidad nuclear, ni siquiera en Israel. La única potencia que rodea a Rusia con armas de destrucción masiva es su antiguo enemigo de la Guerra Fría – USA.
El comandante de las fuerzas de cohetes estratégicos de Rusia, general Nikolai Solovtsov, fue más explícito. Al comentar el exitoso ensayo del K65M-R en el área de pruebas de misiles de Kapustin Yar en abril pasado, declaró que los planes de USA para un sistema de defensa de misiles, ‘podrían afectar la estabilidad estratégica. La escala planificada del despliegue por USA de un... sistema de defensa de misiles es tan considerable que el temor de que podría tener un efecto negativo sobre los parámetros del potencial de disuasión nuclear de Rusia es bastante justificado.’ Para decirlo de modo simple, se refirió a la búsqueda abierta ahora por USA de la Dominación de Espectro Pleno: Primacía Nuclear.
Se prepara un nuevo Apocalipsis. La orden del día militar unilateral de Washington ha provocado previsiblemente un importante esfuerzo de Rusia por defenderse. Las perspectivas de una conflagración nuclear global, por error de cálculo, aumentan de día en día. ¿En qué momento podría decidir un presidente USamericano, Dios nos libre, un ataque nuclear preventivo generalizado contra Rusia para impedir que Rusia reconstruya un estado de disuasión mutua?
El nuevo Apocalipsis no es exactamente el Apocalipsis por el que oran los fanáticos cristianos de George Bush cuando sueñan con su Rapto. Es un Apocalipsis en el que Rusia y USA irradiarían el planeta y, tal vez, destruirían la civilización humana al hacerlo.
Irónicamente, el petróleo, en el contexto de la fracasada guerra de Iraq de Washington y del alza de los precios del petróleo en el mundo después de 2003, ha posibilitado que Rusia inicie la dura tarea de reconstruir su economía derrumbada y sus capacidades militares. La Rusia de Putin ya no es una superpotencia que mendiga ante sus vecinos. Utiliza su arma del petróleo y reconstruye las nucleares.
Los USA de Bush son una economía ahuecada, plagada de deudas, empeñada en utilizar su última carta: su vasto poder militar para fortalecer el dólar y su papel como la única superpotencia del mundo.
Obviamente Putin ha comprendido que su nuevo ‘compañero en las oraciones,’ George W. Bush, tiene un gran punto negro que oculta los secretos de su corazón. Recuerda una popular balada de ‘country-and-eastern’ de la difunta Tammy Wynette: “Los vaqueros ya no tiran certeramente como solían hacerlo. Te miran a la cara y mienten con sus sombreros blancos puestos.’ Es ciertamente lo que sucede con el famoso vaquero de Crawford, Texas, en sus manejos con Vladimir Putin y el resto del mundo.

18 marzo 2007

George Bush, el vecino negligente

Por: Sebastián Edwards *, del diario colombiano El tiempo.com
Después de desatender por años a América Latina, el presidente George W. Bush está intentando desesperadamente mejorar las relaciones hemisféricas. Sin embargo, la gira que acaba de hacer a Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México ocurre demasiado tarde. No es posible borrar años de abandono con un viaje abundante en fotografías y escaso de sustancia.
En las capitales de América Latina, la visita de Bush se ha interpretado como una reacción ante la creciente influencia y popularidad del presidente Hugo Chávez en la región. Ciertamente, Chávez parece haberlo visto así, ya que ha hostigado constantemente a Bush desde la distancia.
Antes de viajar a Brasil, Bush declaró que a su administración no se le reconoce lo suficiente su política hacia América Latina. Sin embargo, en el 2007 Estados Unidos dará una ayuda económica a América Latina y el Caribe por un valor de 1,8 mil millones de dólares, 200 millones menos que en el 2006. Más aún, la ayuda militar representa casi la mitad de esta cifra, mientras 716 millones de dólares irán a un solo país: Colombia.
En un intento por mejorar su baja popularidad en América Latina, hace poco la administración Bush anunció 75 millones de dólares adicionales para educación, y 385 millones para ayudar a financiar préstamos hipotecarios para los pobres. Además, el barco hospital de la Armada estadounidense 'USNS Comfort' recalará y atenderá pacientes en los puertos de varios países latinoamericanos.
No obstante, estas cifras son absurdamente bajas desde una perspectiva histórica. Durante los años 60 -los años de la Alianza para el Progreso del presidente John F. Kennedy- la ayuda anual a la región superaba el equivalente a 10 mil millones de dólares de hoy.
La primera señal de que la administración Bush no se tomaba seriamente a América Latina ocurrió el primero de enero del 2002, cuando Luiz Inácio Lula Da Silva juró como presidente de Brasil. La ocasión era solemne y estaba cargada de simbolismo. Después de todo, Lula era el primer dirigente sindical en ser elegido para presidir un país latinoamericano.
Numerosos jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo asistieron a la ceremonia. Pero Bush no estaba entre ellos, ni el vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Estado Colin Powell o cualquier otro miembro importante del gabinete ministerial de E.U. En su lugar, la delegación estadounidense estaba encabezada por el representante de Comercio de E.U., Robert Zoellick, quien, a pesar de ser miembro del gabinete, carecía de la estatura política que ameritaba la ocasión.
Con su tradicional sentido del humor, Lula pasó por alto el desaire. Pero otros jefes de Estado de América Latina no mostraron una actitud tan despreocupada; de hecho, se sintieron profundamente ofendidos. Según ellos, se trataba de un recordatorio de que, con unas pocas excepciones -Cuba y posiblemente México- América Latina no era una prioridad política para Estados Unidos.
A lo largo del año siguiente, la actitud de la administración de E.U. hacia los inmigrantes hispánicos indocumentados disgustó a una creciente cantidad de votantes latinoamericanos. Como resultado, país tras país ha elegido presidentes abiertamente críticos a Estados Unidos y sus políticas.
Seis años después de la investidura de Lula, y a pesar de la gira de Bush, los políticos latinoamericanos siguen pensando que Estados Unidos ha abandonado la región a su suerte. Es cierto, dicen, que la administración Bush impulsó el Área de Libre Comercio de las Américas, pero el libre comercio hemisférico parece hoy más lejano que nunca. Más aún, los pocos acuerdos de libre comercio firmados con países individuales, o grupos de países, son poco ecuánimes y favorecen abrumadoramente los intereses de E.U.
Para recobrar el apoyo de América Latina -y mellar la popularidad de Chávez-, la administración Bush necesitará mucho más que una breve gira. Podría ser de ayuda la aprobación de una Ley de Inmigración amplia y completa, que normalice el estatus legal de millones de trabajadores latinoamericanos en Estados Unidos. La reducción del proteccionismo agrícola estadounidense también sería una medida positiva para subsanar las deterioradas relaciones diplomáticas.
* Profesor de economía de la UCLA, ex economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial

09 marzo 2007

Construir una verdadera asociación con América Latina

Por el Almirante James Stavridis, Comandante, Comando Sur de Estados Unidos.

El presidente Bush anunció importantes nuevas iniciativas para el Hemisferio Occidental esta semana. Estas subrayan la conexión vital quecompartimos con los maravillosos y diversos países de las Américas.
Hoy,más que nunca, tenemos intereses en común que entretejen este bello hemisferio. Compartimos desafíos y oportunidades en común, y nuestrosfuturos están intrincadamente enlazados.
En el Comando Sur de Estados Unidos, la organización militar enfocada en los 32 países y 13 territorios de América Central, América del Sur y el Caribe, dedicamos una cantidad considerable de energía para estudiar estos desafíos y oportunidades. Tratamos de implementar varios programas diseñados para fortalecer la seguridad, la estabilidad y la buena voluntad en la región con el objetivo final de poder difundir verdadera prosperidad a los 450 millones de personas que viven es esta parte de las Américas.
La clave del futuro de esta gran región es el entendimiento, el entendimiento entre cada uno, de los desafíos que compartimos y de la promesa de cooperación de seguridad para nuestro futuro que compartimos. Si hablamos de nuestra filosofía el lema del Comando Sur refleja nuestro enfoque: "Asociación entre las Américas".
El primer paso para crear asociaciones duraderas y beneficiosas es estableciendo y comunicando el entendimiento. Estados Unidos comparte muchos y poderosos vínculos con los pueblos y sociedades de las Américas. Aparte de nuestras afinidades geográficas e históricas, estamos unidos por los valores comunes de la democracia y respeto por los derechos humanos; cada vez somos más interdependientes económicamente, con 40 por ciento del comercio estadounidense moviéndose entre el norte y el sur del hemisferio; y compartimos crecientes vínculos humanos y culturales, con 15 por ciento de nuestra población de origen hispano.
En el Comando Sur estudiamos esos vínculos y señalamos su importancia cuando vamos creando y fortaleciendo las relaciones en la región por medio de una comunicación estratégica efectiva y una alianza entre las agencias.
Cuando uno analiza los desafíos que enfrentamos juntos en esta región, uno se da cuenta rápidamente que ningún país, grande o pequeño, puede superarlos solo. El tráfico ilegal de estupefacientes, las actividades criminales, las pandillas, el contrabando de personas, financiamiento y reclutamiento del terrorismo, los desastres naturales, ninguno se frena en la frontera de un país. Estos desafíos exigen soluciones de cooperación y alianzas.
En el Comando Sur de Estados Unidos estamos comprometidos a ser buenos socios, y ser el socio preferido para todos en la región. Cada día, año tras año, dedicamos la mayoría de nuestros recursos para establecer las capacidades de seguridad de nuestros asociados al alentar un ambiente de cooperación entre todas las naciones de la región. Esto implica realizar muchos ejercicios de capacitación, programas educativos, compartir la tecnología, compartir la inteligencia, ayuda en las adjudicaciones relacionadas con la seguridad, ayuda humanitaria y una miriada de otros programas.
Deseamos mejorar la capacidad de nuestra región para responder a los desafíos de la seguridad de hoy y de mañana. Con la mejora consistente en la seguridad podemos crear las condiciones que permitan a esta región terminar con la pobreza y la desigualdad que la apremian desde hace tanto tiempo. Además de los muchos ejercicios de capacitación y de los programas de cooperación en materia de seguridad, el Comando Sur de Estados Unidos realiza una serie de actividades humanitarias que ayudan directamente a quienes tienen necesidades y permiten la capacitación de nuestros equipos. Como ejemplo de nuestro compromiso con los pueblos de la región, nuestro personal médico trata unos 250.000 pacientes al año, desde la prevención de rutina como hasta casos de urgencia mucho más graves. Cada año construimos o remodelamos clínicas, escuelas, centros comunitarios y pozos. El fin de semana pasado, transportamos importante material de alivio para las víctimas de las devastadoras inundaciones en Bolivia. Todos estos esfuerzos contribuyen a mostrar la buena voluntad, la creación de relaciones y quizá, lo más importante, crear entendimiento.
Trabajo conjunto. Como el presidente acaba de anunciar, a mediados de este año enviaremos el Comfort, un barco hospital estadounidense, por primera vez a América Central y el Caribe. Visitará puertos en varios países a ambos lados del Canal de Panamá. Se tratará a 85.000 personas que no tienen acceso a cuidados médicos. En la primavera, enviaremos un barco logístico de la Armada de Estados Unidos especialmente configurado en una gira de siete meses en la región para realizar eventos de capacitación y mantenimiento para ayudar a nuestros socios a asegurar mejor sus puertos y aguas costeras.
El presidente caracterizó su discurso del lunes como uno "que le señala a este país la dirección en relación con su vecindario" -- las Américas. Este es el momento adecuado para todos nosotros, dentro y fuera del gobierno de Estados Unidos, para trabajar juntos en los desafíos que nuestro hemisferio enfrenta. Al hacerlo, podremos alcanzar la promesa verdadera de las Américas. Todo comienza con el establecimiento y la comunicación de un verdadero entendimiento, que nos lleve a una vibrante y verdadera "Asociación entre las Américas".