25 junio 2007

El odio, no la inestabilidad emocional, impulsa el terrorismo

Experto se refiere a la "identidad colectiva" de los terroristas es el subtítulo que introduce este interesante análisis psicosocial del terrorismo como patología política. Este aspecto, junto a causas y condiciones socioeconómicas o culturales no desvinculadas de las variables psicológicas, deben ser estudiadas para una mejor comprensión del fenómeno.

Por David McKeeby, Redactor del Servicio Noticioso desde Washington

Washington - Contrarrestar los factores psicológicos que impulsan a las personas a convertirse en terroristas es un desafío largo, complejo y difícil, dijo un destacado experto estadounidense, que también recalcó que es erróneo considerar a los terroristas como personas mental o emocionalmente inestables. En una charla electrónica el 19 de junio, auspiciada por el Servicio Noticioso desde Washington, Jerrold Post dijo a los participantes que el primer desafío es comprender que, a pesar de sus actividades, los terroristas son personas psicológicamente estables desde el punto de vista clínico.
Post, profesor de psiquiatría y director del Programa de Psicología Política de la Universidad George Washington en Washington DC, se refirió a su reciente artículo titulado "Identidad colectiva: el odio que se inculca desde los huesos", que apareció en la edición de mayo del periódico electrónico Contrarrestar la mentalidad terrorista. "Para contrarrestar el terrorismo debemos entrar en la mente de los terroristas, y esa mente no es la de un trastornado", afirmó Post. Añadió que al reclutar militancia los grupos terroristas sistemáticamente intentan detectar a los candidatos emocionalmente inestables, ya que constituyen unriesgo de seguridad.
Más bien, Post sostuvo que el terrorismo es producto de la identidad colectiva, moldeada durante años, a medida que se indoctrina a los niños con mensajes de odio, ya sea por parte de líderes comunitarios o religiosos radicalizados cuyas interpretaciones de las Escrituras son rechazadas por la gran mayoría de la población. "Uno tiene que comprender a quienes perpetran esa violencia dentro de su propio contexto cultural, y comunicarse con aquellos que todavía no están comprometidos antes que su identidad se consolide", indicó Post.
Por ejemplo, Post citó que aún cuando los principios del Islam prohíben el suicidio, la matanza de inocentes y la matanza de otros musulmanes, los extremistas radicales justifican los atentados terroristas con el iftishad, que quiere decir martirologio o sacrificio propio en servicio del credo. La moderación es enemiga del extremismo, agregó Post. A pesar del peligro, apuntó, las comunidades deben tomar medidas. "Es absolutamente imperativo que los líderes del Islam del cauce principal contrarresten a los extremistas en su territorio, porque un mensaje que no es rápidamente contrarrestado asume el manto de la verdad", dijo. Pero contrarrestar el mensaje es una tarea repleta de desafíos.
En Internet existen alrededor de 4.800 sitios electrónicos radicales dedicados aimpulsar el "odio virtual", hecho que, según Post, debe ser contrarrestado por una "comunidad virtual de mutualismo y cooperación". "El desafío es cómo insertar voces en el discurso informativo que pongan en tela de juicio lo que, hasta el momento, ha sido monopolio de las voces del odio", aseveró.
El terrorismo es una forma de guerra psicológica, que debe ser afrontada con una estrategia a largo plazo para evitar que posibles reclutas se sumen a las organizaciones terroristas, así como para incitar la disensión en cada grupo para ayudar a los miembros a abandonar el terrorismo y también para reducir el apoyo a las organizaciones terroristas y sus jefes, agregó Post.
Los países también deben tener cuidado de combatir el terrorismo de manera que se preserven los ideales democráticos de sus respectivas sociedades, advirtió Post. "Debemos tener cuidado contra los extremos del antiterrorismo. A fin decuentas, los valores de una democracia liberal abierta son el antídoto esencial a la plaga del terrorismo que actualmente confrontamos, y que promete ser un problema permanente para las generaciones venideras", añadió.