10 febrero 2007

Un mundo plano y dispar

Naciones Unidas, (EFE).- La globalización y liberalización, como motor del crecimiento económico y el desarrollo de los países, no ha reducido las desigualdades y la pobreza en las últimas décadas, según expone un libro divulgado hoy por la ONU.
La publicación, que lleva el título “Flat World, Big Gaps” (Un mundo plano, grandes disparidades), fue editada por Jomo Sundaram, secretario general adjunto de la ONU para el Desarrollo Económico, y Jacques Baudot, economista especializado en temas de globalización.
Su lanzamiento coincide con la celebración en estos días de la 45 sesión de la Comisión sobre Desarrollo Social de la ONU, que revisa los objetivos de la cumbre mundial de Copenhague de 1995.
“La reducción de la desigualdad no está separada de cuestiones como la pobreza y la falta de empleo”, declaró Baudot en rueda de prensa.
“La idea del libro es recuperar y situar como una prioridad en la agenda internacional el vínculo existentes entre estos indicadores”, agregó.
Para Baudot, el centrar las actividades para reducir la pobreza en el crecimiento económico conducen a estrategias nacionales y regionales que no respetan el medio ambiente, que es otro factor para continuar con la desigualdad y la pobreza.
En el volumen se constata que la distribución de los ingresos individuales ha mejorado ligeramente, gracias al crecimiento económico en China e India, pero aún así el reparto de la riqueza mundial ha empeorado y los índices de pobreza se han mantenido sin cambios entre el 1980 y el 2000.
La desigualdad en la renta per capita ha aumentado en varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) durante estas dos décadas, lo que sugiere que la desregulación de los mercados ha tenido como resultado una mayor concentración del poder económico. “La desigualdad ha aumentado entre los diferentes países, pero también dentro de las mismas sociedades, a salvo de algunas excepciones”, acotó Sundaram.
El libro indica que la desigualdad económica en los países de Oriente Medio y el Norte de África no ha cambiado, contrario a la creencia generalizada, pero sí que ha aumentado en la mayoría de otros países en desarrollo.
De este modo, constata que la globalización y la liberalización comercial no ha ayudado a reducir la pobreza y la desigualdad en la mayoría de países de Africa.
“La creencia de que la globalización y liberalización son la clave para la reducción de la pobreza no ha sido así, y lo demuestran los datos de que todavía existe 1.000 millones de personas que viven con sólo 1 dólar al día y la mitad de la población mundial -3.000 millones- sobrevive con 2 dólares diarios”, especificó Sundaram.
En el caso particular de China, se dice que ha experimentado un incremento de la desigualdad y de los niveles de desempleo, todo ello a pesar del rápido crecimiento económico y la reducción generalizada de la pobreza.
Lo mismo ocurre con India, cuyas desigualdades en el ámbito regional y dentro de la propia sociedad han aumentado desde principios de los años 80.
Las razones que dan los autores para la reducción de la pobreza en las economías de la región del este asiático son los cambios estructurales, en lugar de un crecimiento más igualitario y una redistribución progresiva.
En el libro se concluye que sólo una pequeña porción del crecimiento de la economía mundial ha contribuido en la reducción de la pobreza.
“Ha habido una tremenda liberalización financiera y se pensaba que el influjo de capital iría de los países ricos a los pobres, pero ha ocurrido lo contrario”, anotó Sundaram.

03 febrero 2007


04.02.2007

Equilibrio militar en un mundo "no-polar"

Informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos plantea graves deficiencias en las operaciones de las tropas de Estados Unidos y sus aliados tanto en Irak como en Afganistán.

¿Qué estructura ha adoptado la política mundial a comienzos del siglo XXI? ¿Pasamos de un mundo bipolar a uno unipolar? La conclusión a la que llega el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IIEE), con sede en Londres, es que "vivimos en un mundo no-polar". Y lo explica así: "Estados Unidos es lo suficientemente poderoso como para determinar una agenda de la actividad internacional, pero demasiado débil en la práctica como para implementar esa agenda globalmente. La fuerza de los otros -ya sea que se trate de Estados o de actores por debajo de ese nivel- es suficiente para resisterse a la agenda estadounidense, pero no para configurar una alternativa atractiva internacionalmente".

 

En consecuencia, las miradas siguen apuntando principalmente hacia Washington. El prestigioso instituto londinense se sumó a las críticas contra la estrategia aplicada por el gobierno estadounidense en Irak. En su informe anual sobre el equilibrio militar en el mundo, subraya que el envío de 21 mil soldados adicionales no será suficiente para controlar la situación. En el análisis se reprocha a Washington ignorar "importantes aspectos de la doctrina del combate a la insurgencia". En este contexto, se hace notar que la proporción de un soldado por cada 184 habitantes de la capital iraquí es muy inferior a la recomendada, sin perder de vista que no basta "inundar con tropas una zona, en este caso parte de Bagdad", y olvidar otras.

 

La batalla sicológica

 

Semejantes advertencias se habían escuchado ya incluso de parte de los propios generales estadounidenses. Pero el informe 2007 del IIEE va más allá, abordando también aspectos de los que se habla menos, como el de la guerra sicológica. Esta batalla, a todas luces, la están perdiendo Estados Unidos y sus aliados. El estudio especifica también algunas causas. Por ejemplo, subraya que no es suficiente distribuir panfletos entre la población de los lugares ocupados con mensajes como "estamos aquí para ayudar" o "la vida está volviéndose mejor", si la realidad los contradice.

 

Lo que vale para Irak, vale también en este caso para Afganistán. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, las fuerzas de la OTAN suelen cometer el grave error de utilizar el recuento de combatientes afganos abatidos como elemento para medir sus resultados militares. Aunque en Estados Unidos tales cifras sean interpretadas como prueba de éxito, el impacto que generan entre la población local es muy diferente. Incluso puede resultar contraproducente, teniendo en cuenta que para los talibanes "la muerte es una forma de victoria".

 

El futuro de la OTAN

 

El instituto londinense critica en forma especial la falta de coherencia entre los integrantes de la Alianza Atlántica que tienen presencia militar en Afganistán, en estos momentos en que la inesperada intensidad que ha vuelto a cobrar la insurgencia deja al descubierto la falta de tropas y lo inadecuado del equipamiento de algunos países.

 

A juicio de los expertos del IIEE, es mucho lo que está en juego. "El éxito o fracaso de su operación en Afganistán podría determinar el futuro de la OTAN", indica el informe. Y subraya que este invierno será un período crucial, porque es probable que también los talibanes lo vean como un posible punto de inflexión en el conflicto, en vista de la resistencia de la mayoría de los miembros de la organización defensiva occidental a enviar más soldados Afganistán.


AutorERS

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01 febrero 2007

Metas de EE.UU. en America Latina para el 2007

Por Vince Crawley
Redactor del Servicio Noticioso desde Washington

Washington - El reciente clima político ha destacado las diferencias entre países, pero un diplomático estadounidense de alto nivel ha dicho que los países del Hemisferio Occidental, incluyendo a Estados Unidos, deben destacar sus intereses comunes y la herencia que comparten.

Por su parte, Estados Unidos intenta ser lo más dinámico posible y entablar contacto con sus asociados en América del Norte, del Sur y Central, comentó Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental.
"Este es realmente un momento importante para reclamar nuestra herencia panamericana", dijo Shannon el 23 de enero en el Centro Internacional para Estudios Estratégicos (CSIS), un instituto de investigación política no partidista con sede en Washington.

En una época definida por las amenazas transnacionales, los países pueden protegerse a sí mismos únicamente por medio de la cooperación, explicó Shannon, y "sólo si trabajan juntos" pueden encarar "las reales e importantes amenazas" de la delincuencia organizada, el terrorismo, la trata de personas, los desastres naturales, las catástrofes ambientales y las pandemias.

Shannon dijo también que la "integración es un hecho"; aunque los gobiernos intentan evitar los aspectos negativos de la globalización, estos sólo tienen un control limitado sobre la integración regional e internacional.
El proceso, en la mayoría de los casos, esta "dirigido y facilitado por los mercados, organizaciones del sector privado, universidades, organizaciones no gubernamentales, instituciones religiosas e iglesias y por la demografía".

El presidente venezolano Hugo Chávez anunció el 8 de enero planes de recortar las reformas del mercado de la década de los noventa nacionalizando las telecomunicaciones y el sector de la energía eléctrica.
En 2006, Bolivia sorprendió a los mercados energéticos latinoamericanos al anunciar la nacionalización de facto del sector del gas. En muchos casos, dicen los expertos, las reformas del mercado de la década de los noventa y el libre mercado no han atendido siempre a la pobreza crónica y a la corrupción de América Latina.

Shannon comentó que hay una tendencia a asumir que el enfoque estadounidense hacia la integración está completamente impulsado por el libre mercado, que no siempre atiende a los problemas sociales y económicos del Hemisferio Occidental. Sin embargo, dijo, desde el punto de vista estadounidense, "la integración va más allá del libre comercio".

Shannon explicó que el libre comercio es vital "porque vincula los mercados y las economías actuales no son impulsadas por naciones-estados, sino por los mercados". Añadió que "para que la integración sea real, tiene que atender de verdad a las necesidades de los sectores más pobres y vulnerables de nuestra sociedad".

Estados Unidos cree que la integración "exige el reconocimiento de la importancia de la agenda social", comentó Shannon.

Según Shannon, las metas de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental en el 2007 incluyen lo siguiente:
Estados Unidos quiere que el 2007 sea "un año de compromiso", ya que en el año pasado 16 de las 34 democracias del Hemisferio Occidental tuvieron elecciones. "Con tantos nuevos gobiernos tomando posesión ... tenemos que regresar a la región y reconstruir nuestro diálogo, reconectar no sólo entre los gobiernos, sino con las sociedades" dijo Shannon. "Tenemos que profundizar nuestro compromiso político y comercial en la región. En otras palabras, tenemos que estar presentes en todas partes, siempre comprometidos, hablando y aclarando que tenemos una agenda fundamentalmente vinculada a la agenda de la Cumbre de las Américas" que comparten todos los países americanos. Estados Unidos debe continuar lo que la secretaria de Estado
Condoleezza Rice ha llamado "nuestra agenda positiva en la región", expuso Shannon. Esto significa "trabajar con asociados que quieran trabajar con nosotros para que les ayudemos a resolver sus problemas". La "ventaja competitiva" que Estados Unidos comparte con la región es la capacidad para"ayudar a otros a resolver sus problemas proporcionando recursos, asistencia técnica, y a menudo simplemente proporcionando apoyo político y reconociendo que queremos que estos países tengan éxito". Es de "vital importancia" que Estados Unidos encuentre un "vocabulario común" para"articular nuestras políticas en términos de desarrollo y bienestar
económico", declaró Shannon. "Cuando hablamos del comercio estamos hablando en realidad de las oportunidades económicas y la lucha contra la pobreza. Cuando hablamos de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo estamos hablando en realidad de la creación de entornos seguros donde la gente pueda atender a sus quehaceres diarios". Finalmente, según Shannon, los países deben utilizar foros internacionales y regionales para "crear una cohesión y evitar las divisiones". Añadió que "sólo por medio de la unidad de propósito las Américas van a alcanzar una posición de competidores en una economía globalizada". Shannon explicó que Estados Unidos intentará mejorar la cooperación transfronteriza para aplicar la ley, con el nuevo presidente elegido en México, Felipe Calderón, que recientemente extraditó a 15 presuntos narcotraficantes importantes a Estados Unidos. Shannon comentó que el acto del gobierno mexicano "nos envió una señal firme ... aunque supone también un reto. Si están preparados para actuar sin tapujos,
nosotros tenemos que estar preparados para actuar del mismo modo" a fin de profundizar la cooperación en la aplicación de la ley.

Estados Unidos también sigue intentando tener una relación no contenciosa con el presidente venezolano Chávez. En recientes encuentros, comentó Shannon, Chávez "ha indicado un deseo de mejorar las relaciones y ha indicado que piensa que podemos encontrar aspectos en que podamos tener una conversación positiva y constructiva".

Shannon también dijo que el éxito del Acuerdo de Libre Comercio con América Central (CAFTA) ha dado a los relativamente pequeños países de América Central confianza para negociar con pesos pesados de la economía tales como la Unión Europea y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.