04.02.2007
Equilibrio militar en un mundo "no-polar"
Informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos plantea graves deficiencias en las operaciones de las tropas de Estados Unidos y sus aliados tanto en Irak como en Afganistán.¿Qué estructura ha adoptado la política mundial a comienzos del siglo XXI? ¿Pasamos de un mundo bipolar a uno unipolar? La conclusión a la que llega el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IIEE), con sede en Londres, es que "vivimos en un mundo no-polar". Y lo explica así: "Estados Unidos es lo suficientemente poderoso como para determinar una agenda de la actividad internacional, pero demasiado débil en la práctica como para implementar esa agenda globalmente. La fuerza de los otros -ya sea que se trate de Estados o de actores por debajo de ese nivel- es suficiente para resisterse a la agenda estadounidense, pero no para configurar una alternativa atractiva internacionalmente".
En consecuencia, las miradas siguen apuntando principalmente hacia Washington. El prestigioso instituto londinense se sumó a las críticas contra la estrategia aplicada por el gobierno estadounidense en Irak. En su informe anual sobre el equilibrio militar en el mundo, subraya que el envío de 21 mil soldados adicionales no será suficiente para controlar la situación. En el análisis se reprocha a Washington ignorar "importantes aspectos de la doctrina del combate a la insurgencia". En este contexto, se hace notar que la proporción de un soldado por cada 184 habitantes de la capital iraquí es muy inferior a la recomendada, sin perder de vista que no basta "inundar con tropas una zona, en este caso parte de Bagdad", y olvidar otras.
La batalla sicológica
Semejantes advertencias se habían escuchado ya incluso de parte de los propios generales estadounidenses. Pero el informe 2007 del IIEE va más allá, abordando también aspectos de los que se habla menos, como el de la guerra sicológica. Esta batalla, a todas luces, la están perdiendo Estados Unidos y sus aliados. El estudio especifica también algunas causas. Por ejemplo, subraya que no es suficiente distribuir panfletos entre la población de los lugares ocupados con mensajes como "estamos aquí para ayudar" o "la vida está volviéndose mejor", si la realidad los contradice.
Lo que vale para Irak, vale también en este caso para Afganistán. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, las fuerzas de la OTAN suelen cometer el grave error de utilizar el recuento de combatientes afganos abatidos como elemento para medir sus resultados militares. Aunque en Estados Unidos tales cifras sean interpretadas como prueba de éxito, el impacto que generan entre la población local es muy diferente. Incluso puede resultar contraproducente, teniendo en cuenta que para los talibanes "la muerte es una forma de victoria".
El futuro de la OTAN
El instituto londinense critica en forma especial la falta de coherencia entre los integrantes de la Alianza Atlántica que tienen presencia militar en Afganistán, en estos momentos en que la inesperada intensidad que ha vuelto a cobrar la insurgencia deja al descubierto la falta de tropas y lo inadecuado del equipamiento de algunos países.
A juicio de los expertos del IIEE, es mucho lo que está en juego. "El éxito o fracaso de su operación en Afganistán podría determinar el futuro de la OTAN", indica el informe. Y subraya que este invierno será un período crucial, porque es probable que también los talibanes lo vean como un posible punto de inflexión en el conflicto, en vista de la resistencia de la mayoría de los miembros de la organización defensiva occidental a enviar más soldados Afganistán.
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